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Jóvenes eternamente.

viernes, 16 de julio de 2010

La muñeca del vestido verde

Hace unos años, tuve una pesadilla que se quedará en lo más profundo de mi memoria durante el resto de mi vida. Esa noche habia tenido una fiesta en mi casa, por eso, me fui a dormir muy tarde. Cuando tenia cuatro años, mi madre me regaló por primera vez, una muñeca más bien pequeña, con el pelo rubio, y el vestido verde que le pegaba con sus ojos esmeralda. Siempre le tuve mucho aprecio a esta muñeca, hasta que una serie de cosas raras pasaron con ella. A veces, la encontraba guardada en otro sitio, a veces, con una pustura diferente a la que yo habia dejado, a veces caía soa de la estanteria, y eso me daba mucho miedo,así ue a pesar de tenerle aprecio, la guardé en el fondo de un baúl viejo que estaba en el taller de mi padre, una casita llena de tastos que engo en el patio de mi casa. Sigamos la historia, la nche de la fiesta, estaba realmente muerta de sueño, así que en seguida caí rendida en un sueño profndo. No sé si es un don o una maldición, pero me suelo acordar de la mayoria de sueños que tengo, y ese lo recuerdo tan bien que parece que en realidad lo viví. Soñé que estaba perdida en una ciudad, era de noche, y las farolas parpadeaban. Encontré una casa donde poder quedar a dormir, una chica mas o menos de mi edad me abrió la puerta, y cuando le conté lo que me pasaba me dejó pasar. La entrada principal de la casa era una pequeña sala sin muebles que llevaban a unas escaleras que decendían a una oscuridad absoluta. Yo bajé tras la chica, y cuando llegamos a bajo, un largo pasillo se abría ante nosotras. Ella, llevaba una linterna en la mano, y vi como algunas personas con capa paseaban po ese amplio y largo pasadizo. Yo intrigada, le pregunté a la chica: - ¿Por qué hay gente paseando por el pasillo?- Ella tardó unos segundos en contestar, y finalmente dijo:- Porque esta casa es un hospital de gente abandonada y sin familia que no puede pagar su propia salud, mi madrelos cura sin recibir nada a cambio. Yo estaba sorprendida por su explicación, porque realmente, esa casa no parecía un hospital, más bien un orfanato. Llegamos al final del pasillo, donde una puerta de madera nos dio paso, era la habitación de la chica. -Dormirás conmigo, puesto que nohay más habitaciones- . Yo no objeté, me pareció bien. Su habitación estaba llena de enormes estanerias llenas de libros y sobretodo peluches y muñecas. La mayoría de ellas era de porcelana, y mi piel se puso de gallina al ver que todas tenían algo roto, una tenía roto la mano, la otra media cara... Me hizo un cama al lado de la suyo, pero justo al pie de la cama, una gran estanteria llena de muñecos me miraban sin cesar. Recuerdo que habia peluches bonitos, pero eso no apagaba mi miedo. Me quedé mirando los muñecos un largo tiempo,hasta que, entre cabezas de muñecos y su pelo, vi unos ojos verdes esmeralda quie me miraron con sed. Yo los miré fijamente, hasta que de repente, la muñeca del vestido verde se abalanzó sobre mí con un grito desgarador y me tapó la cara con su cuerpo para que no pudiera respirar. Era la misma que la que yo tenía, pero en mi sueño, su vestido era negro. De pronto, me desperté, y aunque no os lo creáis, ¡no estaba respirando! Cogí aire para poder respirar bien y no pude dormir más en toda la noche. A la mañana siguiente, le conté a mi madre esa rara experiencia de que no respiraba, y ella me dijo que a veces, cuando dorimos nos olvidamos de respirar(es infermera), pero el tiempo que estamos si respirar es tan corto que nohay motivo de preocupación, ya que enseguida volvemos a respirar con normalidad. Después de esa pesadilla, estuve unos días casi sin poder pegar ojo, temiendo volver a tener la misma pesadilla, mi imaginación me jagaba malas pasadas, e imaginaba que alguien me susurraba a mi oído mi nombre. Me estaba volviendo loca. Despues de unos días de haber tenido la pesadilla, hubo una gran tormenta en mi pueblo, los elámpagos hacían temblar las lámparas de aceite que mi mare aun conserva como recuerdos, las figuritas y los jarrones, el ruido era ta atronador que apenas podíamos escucarnos los unos a los otros, y la imagen de la mñeca era cada vez más constante en mi cabeza. De pronto, la luz se fue de mi casa y del vecindario. Tfgui corriendo a donde estaban mis padres. Mi padre me diouna linterna, y en ese momento pensé que ya no podía seguir así, tenia que sacar a la muñeca de su baúl. Salí de casa con la lluvia empapandome todo mi cuerpo, perono me importó, a duras penas podía ver la cerradura y tuve dificultades para abrir la puerta, pero al final lo conseguí. Dentro del taller, hacía un frío anromal, puesto que no hay calefacción, por reflejo, quise encender la luz, pero no funcionó, ya que se habia ido. Todo estaba lleno de polvo y telarañas, cai nunca entramos en ea casita. Busqué el baúl en medio de montañas de cajas llenas de cacharros y aparatos que no sirven para nada. Los relámpagos me ponían nerviosa y casi no podía oír ni el sonido de mi propia respiración. La lluvia cada vez era más intensa, pero tenía que encontrar a esa muñeca. Finalmente encontré el baúl, y lo abrí, pero para mi sorpresa, allí dentro no había ninguna muñeca, lo miré y remiré, enfocando l linterna en los cuatro rincones del baúl, pero no había nada. Me puse furiosa y cerré la caja de un golpe, mientras me ponía, de repente, un escalofrío recorrió toda mi piel, me giré lentamente, y me encontré con unos enormes ojos esmealda mirandome desde lo alto de unas estantería. Mi corazón palpitó tan deprisa que parecía que iba a estallar. Tenia tanto miedo que no tuve el valor de cogerla, salí corriendo del taller como si me fuera la vida, ni siquiera cerré la puerta, entré en casa chorreando y no me despegué de mi madre en ningún momento. Esa nohe no pude dormir, pensando que vendria la muñeca a ahogarme, puede parece infantil, pero ese pensamiento me iba volviendome loca. A la mañaa siguiente, después de esa terrible tormenta, hizo un sol espléndido y caliente, el cielo estaba despejado y los pájaros revoloteaban entre los árboles de mi patio, eso e dio valor para volver al taller y acabar de una vez esa terrible pesadilla. Cuando entré, la muñeca ya no estaba en la estanteria, me extrañó, así que la busqué en el baúl, pero no la encontré. Cuando entré en mi casa, la vi en la sala de estar, mirándome con esos ojos esmeralda impenetralbes y con la cabeza ladeada, su piel pálida y sus labios de ese rojo intenso. Me acerqué a ella y la cogí, y mientras la maldecía tdo lo que pude y más, la tiré a la basura para siempre. O eso es lo que yo pensaba. Esa misma tarde, mientras estaba en el ordenador, escuché el ruido seco y furte detrás de mí, me gire lentamente, y vi como la muñeca había caído al suelo de uno de mis estantes, donde solia estar antes. Dejé el ordenador encendido y me fui a casa de mi tia. Cuando mis padres volvieron del trabajo, les pregunté si habían tocado por asualidad a la muñeca, a lo que mi madre respondió:


_ Pues claro, la vi en la papelera, ¿como se te ha ocurrido? Es la priemra muñeca que te regalé, guárdala en tu habitación.

_ ¿Fuiste tu quien la puso en mi habitación?

_ Claro, ¿quién sino?

De repente, todas mis tensiones se relajaron por un momento, pero de todas formas esa muñeca me seguía dando mucho miedo. Aun así, mis padres no supieron decirme porque la muñeca estaba en el estante del taller cuando yo la habia metido dentro del baul, puesto que ellos no habian tocado nada. Sabía que si no me libraba de una vez de ella, mi miedo no se desvaneceria, así que decidí regalarla a una amiga mía, que tania una sobrina pequeña. Me sabía mal, pusto que era la priemr muñeca que me regaló mi made, pero no me inspiraba nada bueno después de lo que me habia pasado con ella. Finalmente vi como se alejaba entre las manos de mi amiga y pude dar un gran suspiro de alivio. Por fn me habia librado de ella. Despues de unos días, cuando ya me abia olvidado completamente del asunto, decidí ayudar a mi padre a limpiar el taller, ya que estaba hecho un asco, pero mis piernas flaquearon al ver que dentro del baúl, había un vestido verde, sí, el vestido verde de mi muñeca. `Pensé durante hora sobre eso, llamé a mi amiga para preguntarle si la muñeca sela di vestida, yella me dijo que sí. Entonces, le pregunté: ¿De qué color es su vestido?- y ella me dijo-Negro, porque?-

El teléfono resbaló demis manos y me puse a llorar como una tonta, sí, me estaba volviendo loca. De pronto, escuché a mis vecinas reir a carcajadas cuando me vieron, yo no entendia nada, así que ellas me dijeron:

- Verás, cuando nos contaste tu pesadilla quiimos gastarte una broma, así que le cambiamos de sitio cuando la pusiste en el taller, y le cambiamos su vestido cuando se la diste a tu amiga. (Mis vecinas conocian a mi amiga de toda la vida)
Tuve tal cabreo que estuve dos semanas enteras sin dirigirles la palabra, puesto que fue una broma de muy mal gusto. Pero ahora pienso que esmucho mejor así, saber que en realidad, todo era una broma pesada...
 
Espero que os guste :)
By..Jenny!

2 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Me gustó la idea del cuento, sisi. Además es poco común en esta época encontrar gente que escriba este género.
    Nada más te aconsejo revises la ortografía, porque hay palabras mal escritas (se ve que se te pasó en la transcripción) y quedaría más bonito con las correcciones.
    Un placer conocer tu blog, y me llevo tu banner para afiliarte.

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  2. Hola!
    La historia está muy bien, me gusta la idea de la muñeca observándote en todo momento :)
    Shadow

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